Renuncié a la perfección: manifiesto personal de la que abraza sus cagadas con orgullo

Renuncié a la perfección: manifiesto personal de la que abraza sus cagadas con orgullo

Hola, Soy La Mala y soy una imperfecta en recuperación. Sí, recovery de la adicción a querer hacerlo todo bien, a ser la hija/amiga/pareja/empleada perfecta. Renuncié a la perfección y ha sido la mejor cagada (intencional) de mi vida. Este es mi manifiesto para gritar a los cuatro vientos que ser perfectamente imperfecta es la nueva meta, que mis cagadas son medallas de guerra, y que a la mierda esa presión constante de ser impecable. Agárrense, que esto viene con anécdotas.

La revelación: cagarla y no morir
Antes, cada error me quitaba el sueño. Si metía la pata en el trabajo, me flagelaba. Si discutía con alguien y decía algo mal, me torturaba. Hasta que un día la cagué tan monumentalmente en una presentación (tipo decir un dato erróneo frente a clientes top) que pensé "ya está, me despiden". ¿Sabes qué pasó? Nada irreversible. Mi jefe corrigió suavemente, la reunión siguió, luego hablamos: "eh, pasa hasta en las mejores familias, corrige para la próxima". YO FLIPANDO. O sea, ¿no se acabó el mundo? ¿No me van a quemar en la hoguera de la incompetencia? Pues no. Esa noche brindé conmigo misma: "por el error que no me mató, me hizo más fuerte". Y ahí empecé a pensar... si esta pifia se perdona, ¿por qué no me perdono yo tantas pequeñas?.

Perfeccionismo = mala amigo, pésimo amante
Ser perfeccionista suena virtud en entrevistas de trabajo ("mi peor defecto es que soy perfeccionista", ejem). Pero en la vida real, es un cabrón. Te sabotea la felicidad. Yo me di cuenta que me impedía disfrutar. Escribía un post (hola), releía 10 veces buscando fallos, perdía frescura. Me maquillaba, tardaba 1h por dejar cada eyeliner simétrico, llegaba tarde y estresada. Organizar un cumpleaños: si no salía Pinterest-worthy, me frustraba en vez de gozar. ¡Qué coñazo, tía! Así que renuncié conscientemente: "suficiente es suficiente" es mi nuevo lema. Eyeliner disparejo un día: bah, soy rockera grunge. Tarta casera feucha: igual sabe rica, nos reiremos. Post con errata: se corrige sobre la marcha. Y así la vida es más... viva.

La gente ama tus cagadas (en serio)
No en plan sádico, sino que lo imperfecto conecta. ¿Quién cae mejor: la anfitriona histérica porque su casa no está impoluta o la que te dice "sorry por el relajo, hice lo que pude, sirvan vino" mientras ríe? La segunda. Yo admiro a la gente que muestra sus caídas, porque me hace sentir normal. Entonces pensé: si yo me muestro imperfecta, quizá me quiera más la gente de verdad. Probado: un día conté un fracaso amoroso con toda la torpeza y vergüenza que supuso, y en vez de juzgarme, mis amigas abrieron sus propias historias chunguísimas, terminamos llorando de risa y más unidas. Si yo hubiese ido de "todo bajo control", nada de eso habría pasado. Ser vulnerable en tus fallos genera intimidad auténtica. Y yo elijo eso por sobre admiración lejana.

La perfección es aburrida, darling
Imagina una peli donde el prota no falla nunca, lo hace todo bien. Un coñazo, ¿no? Pues nuestra vida igual: los errores le ponen sal. Mis mejores anécdotas vienen de meteduras de pata. Como aquella vez que envié un WhatsApp criticando a un compañero... al grupo donde ESTABA el compañero. Tierra trágame. Después del freeze, le escribí privado: "Pues sí, era sobre ti. Hablemos, creo que nos vendrá bien.". Resultado: aclaramos malentendidos, hoy es colega cercano. ¿Riesgoso? Sí. ¿Aprendí? También: no rajar por escrito jajaja. Pero en serio, fue un error que mejoró una relación al afrontarlo. Y hoy es anécdota de birras. La perfección me habría dejado con resentires callados y cero risas post.

Abraza tu 8 de 10 y mándale un beso a tu 5 de 10
Ya no busco el 10 en todo. Si sale 8/10, celebro. Si sale 5/10, oye, al menos pasó. A veces ni califico. Lo importante es el resultado funcional, no la matrícula de honor. Esto me quitó un tonel de ansiedad de los hombros. Por ejemplo, limpieza de casa: antes, 4h intensas, cada rinconcito. Ahora, 1h a lo que alcance, y el resto "viva la imperfección, hay polvo pero soy feliz". Mi yo OCD llora un poco, pero la mentalmente sana baila. En proyectos: entrego algo bueno, aunque sé que podía tal vez pulir más. Ojo, no promuevo mediocridad total, sino saber poner límite a la obsesión, balance. La vida no me da para pulirlo todo, prefiero pulir mi calma.

Reírte de ti mism@: doctorado obligatorio
Antes me costaba. Ahora soy presidenta del club "Joder, qué pava soy a veces". Dejo las llaves puestas por fuera, me doy cuenta tras 2h buscando. ¿Llorar? No, chiste: "menos mal que no entró un ladrón, se hubiese llevado pura ropa vieja". Llamo a alguien por otro nombre: me disculpo con humor "mi cerebro Windows 95 glitch, mil perdones". El humor sana la cagada. Hace que los demás también lo vean ligero. Y tú no te autodestruyes. Si ries, ya no duele.

El manifiesto: mis cagadas, mis maestras

  • Errar es human@; ergo, cagarla me recuerda que soy bien humana. Humildad aprendida.

  • Cada imperfección es una historia, no una sentencia. Hoy es bochorno, mañana material de stand-up.

  • No ser perfecta me abre a aprender de otros. Si lo supiera todo, qué solitario. Prefiero preguntar, fallar, que me enseñen.

  • Perfección consume tiempo, energía y espontaneidad. Renuncio a sacrificar mi bienestar en su altar.

  • Ser yo, auténtica, con mis luces y sombras, es mi regalo al mundo. Quien me quiera, que me quiera real, no ideal.

En resumen, colegas, renunciar a la perfección es como quitarte tacones al final de la fiesta: descanso puro. Sigues bailando, pero cómoda. Así ando por la vida ahora: bailando mis éxitos y mis cagadas con los pies descalzos, sintiendo el suelo, viva.

Te invito a renunciar también. Firma la carta de dimisión: "Yo, [nombre], renuncio a ser perfecta. Acepto mis errores, me río de ellos, aprendo y sigo bailando." Hecho esto, bienvenida/o al club de los libres. Tenemos camiseta manchada (porque derramamos café a veces) y un brindis con copa medio llena (nunca llena del todo, para dejar espacio a la mejora o al hielo).

¿Sabes qué? Este artículo seguro tiene fallos, y ¿qué hago? Publicarlo así, orgullosa. Porque así soy: un precioso lío andante, y así me lee quien conecte. Al resto, les recomiendo encarecidamente buscar una IA perfecta sin sazón humana. Aquí no, aquí celebramos el caos.

Perfección, querida, it’s over. Mis cagadas y yo, til death do us part. Y tan contentas.

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